Salinas marinas, fuente de biodiversidad

La diversidad biológica, también conocida como biodiversidad, hace referencia a la variedad de vida en la Tierra en todas sus formas y manifestaciones. Es un concepto amplio que engloba la variedad de especies, genes, ecosistemas y procesos biológicos que existen en nuestro planeta.

La biodiversidad es esencial para el funcionamiento saludable de los ecosistemas y para el bienestar humano, ya que proporciona una serie de beneficios y servicios ecosistémicos, como la polinización de cultivos, la purificación del agua, la producción de alimentos y medicamentos, y la regulación del clima. Sin embargo, en las últimas décadas, la actividad humana (la deforestación, la contaminación, la introducción de especies invasoras y el cambio climático), ha llevado a una pérdida significativa de biodiversidad en todo el mundo. Como alertan desde la Organización de Naciones Unidas, la pérdida de esta diversidad supone una amenaza para la especie humana en todos los ámbitos, incluida nuestra salud: “a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, dependemos por completo de ecosistemas saludables y vibrantes si queremos disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio o energía”.

Podemos entender la diversidad biológica a través de tres componentes principales:

  1. Diversidad de especies.
  2. Diversidad genética.
  3. Diversidad de ecosistemas.

En todos esos componentes, la salinas marinas tienen un impacto extraordinario, siendo un ejemplo paradigmático de cómo la naturaleza y la industria pueden convivir y retroalimentarse en positivo para generar riqueza a todos los niveles, también a nivel de biodiversidad.

En primer lugar porque nuestro producto, la sal marina, no sería posible sin la acción e interacción de distintos seres vivos, incluyendo los más pequeños microorganismos (Así lo explicamos el un post sobre el ciclo de la vida de las salinas).  Pero es que, además, el proceso de producción totalmente natural de la sal marina es, como decíamos, un ejemplo único de simbiosis entre naturaleza e industria, ya que ayuda a generar y preservar ecosistemas de gran biodiversidad y elevado valor ecológico en los que numerosas especies de aves, peces, plantas e invertebrados, entre otros, coexisten.

Es más, como apuntábamos antes y como también explican desde la ONU, el concepto de diversidad ecológica no solo hace referencia a especies de animales y plantas, sino también a la variedad de ecosistemas que albergan a esas especies. En ese sentido, no está de más subrayar en segunda instancia que el trabajo salinero es un factor determinante para la conservación de los parques naturales del litoral español. Cabe recordar al respecto que las cinco salineras marinas que forman SALIMAR (Marítima de Sales, Infosa, Salinas d’Es Trenc, Salinera Española y Bras del Port) están ubicadas en preciosos parajes naturales (declarados todos ellos parques naturales o regionales) en los que la actividad salinera y los oficios tradicionales se han convertido en elementos fundamentales para la conservación y mantenimiento de la flora y la fauna que los habitan.