Salinas marinas españolas: producción 100% sostenible frente al calentamiento terrestre

Cada 28 de enero se celebra una efeméride de gran trascendencia en un mundo como el actual, marcado por numerosos problemas medioambientales: emisión de gases nocivos, contaminación, deforestación, pérdida de biodiversidad, sequía, derroche energéticos, residuos… Hablamos del Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, también conocido como el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, una cita en el calendario que buscar crear mayor conciencia entre la ciudadanía sobre el grave peligro que representa el cambio climático para todos los seres humanos que habitamos el planeta Tierra.

Aprovechando esta celebración y, teniendo en cuenta que los modelos productivos insostenibles son una de las causas del calentamiento global, desde Salimar queremos reivindicar, una vez más, a las salinas marinas españolas como ejemplo de actividad productiva particularmente sostenible, en armonía con la naturaleza.

Cabe recordar en ese sentido, en primera instancia, que la sal marina tiene un origen completamente natural. No en vano, el proceso de producción de la sal marina se basa en la evaporación del agua del mar en lagunas de gran extensión y poca profundidad. Algo para lo que solo hace falta una materia prima: el agua del mar; y dos fuentes de energía: el sol y el viento. El primero, el sol, actúa como calentador del agua; mientras que el segundo, el viento, se encarga de retirar el vapor de agua que se eleva sobre las lagunas. ¿Se os ocurre un proceso de producción más sencillo, ecológico y sostenible?

Ese proceso de producción 100% natural, además, crea un ecosistema maravilloso que a su vez retroalimenta la producción salina, creando así una simbiosis perfecta entre industria y naturaleza, de forma que la una sin la otra no existiría. El trabajo salinero, por lo tanto, contribuye a la preservación de la fauna y la flora autóctonas y es, por sí solo, una garantía de conservación de la biodiversidad y un ejemplo paradigmático de industria verde y que preserva y enriquece el medio ambiente. Estos humedales de aguas salobres son además reservorios ricos en biodiversidad en los que viven centenares de especies, incluyendo plantas, algas, peces, aves, reptiles, crustáceos, insectos, microorganismos…

¿El resultado? Un producto 100% natural. La sal marina que se produce y recolecta en las salinas marinas es exactamente la misma que el consumidor final degusta cuando la utiliza la sal marina para potenciar el sabor de sus platos. Además, cuando eliges sal marina, estás eligiendo contribuir con el mantenimiento de estos espacios naturales y preservando a las especies que en ellos habitan.