Así es el proceso de producción de la sal marina

La producción de sal marina es un proceso totalmente natural que se basa en la evaporación de agua del mar en lagunas de gran extensión y poca profundidad. En este proceso hay dos elementos que juegan un papel fundamental: por un lado, el sol, que actúa como calentador del agua; y, por otro, el viento, que retira el vapor de agua que se eleva sobre las lagunas. Dicha evaporación va aumentando la proporción de sales en suspensión y, gracias a que los diferentes componentes del agua del mar van precipitando en diferentes concentraciones, conseguimos separar el cloruro sódico, que es el que nos interesa.

¿Se os ocurre un proceso de producción más sencillo, ecológico y sostenible que el que se lleva a cabo en las salinas marítimas marinas para producir la sal? Sol y viento como principales fuentes energéticas y el agua del mar como materia prima.

Un circuito de lagunas para la obtención de la sal marina

Tenemos el agua del mar y tenemos también el sol y el viento. Para sacar partido a esta materia prima y a estas fuentes energéticas naturales y obtener el tesoro blanco que es la sal marina hace falta algo más: un circuito de lagunas de gran extensión y poca profundidad que están conectadas entre sí por compuertas y que se nutren del agua del mar.

En las primeras lagunas, conocidas como “concentradores” o “calentadores”, comienza el proceso de concentración como consecuencia de la evaporación, y se produce la decantación de posibles impurezas en forma de partículas sólidas que pueda contener el agua en suspensión.

Un apunte importante: El grado de concentración de sales en disolución se mide con un aérometro que lo expresa en grados Baumé (Bé), gramos de sales (todo tipo de sales, no solamente cloruro sódico) por litro de agua.

En esta primera etapa que acabamos de comentar el agua del mar entra en el circuito de lagunas con 3,5ºBé (36g/l) y va aumentando su grado de concentración progresivamente hasta los 25ºBé (325g/l) en las lagunas llamadas “concentradores de cabecera”.

En estas lagunas se mantiene la salmuera en esta graduación de 25ºBé, ya que el cometido último de estos concentradores de cabecera es nutrir a las últimas lagunas del recorrido, llamadas “cristalizadores” porque es en ellas donde cristaliza la sal marina. En los cristalizadores la graduación llega hasta un máximo de 30ºBé (370g/l). Esta graduación no se debe superar porque comenzarían a precipitar otras sales distintas al cloruro sódico.

Los cristalizadores son, por tanto, las únicas lagunas donde propiamente se forma la sal marina, que cristaliza en la superficie y se va depositando en el fondo, donde forma una dura capa que será posteriormente recolectada durante la cosecha de la sal, normalmente durante los meses de agosto y septiembre.

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