Manualidades con sal marina: más allá de los clásicos frascos decorativos

Hacía tiempo que no dedicábamos espacio en este blog a las manualidades con sal marina, así que ya era hora de ir poniéndole solución. Entre otras cosas, en anteriores posts os hemos explicado cómo crear pasta de sal marina para hacer figuras y decorarlas, cómo dar forma a nuestros propios anillos con sal marina, cómo crear un portavelas casero, o manualidades más clásicas como la plastilina casera o los frascos decorativos con sal marina de colores. Hoy queremos retomar precisamente esta última manualidad, la de los frascos decorativos con sal marina de colores, para darles una vuelta de tuerca e ir un poco más allá en originalidad y atrevimiento. Esperamos que os gusten nuestras propuestas.

Lo primero, claro está, es recordar qué se necesita y cómo se hace esta manualidad que os traerá grandes recuerdos de la infancia. ¿Qué necesitamos? Muy fácil: sal marina y tizas de colores como ingredientes, un frasco para usar como recipiente y hojas de papel. ¿Tenemos todos los ingredientes a mano? Pues bien, vierte 2-3 cucharadas de sal marina en una hoja de papel. Ahora apoya en ella la tiza de un color y pásala por toda la sal hasta conseguir que se tiña. ¿Listo? Coge entonces la hoja de papel y vierte la sal en el frasco. Repetimos el proceso una y otra vez con todos los colores que tengamos a nuestra disposición. ¿Empiezas a ver el resultado?

Pues ahora llegan nuestras ideas para darle una vuelta a esta manualidad clásica.

1. En vez de usar un frasco normal con tapón, ¿por qué no utilizar uno de esos botes de cristal abiertos por arriba como los que suelen llevar las velas que compramos en los supermercados? ¿Sabes de cuáles te hablamos? Una vez que se acabe la vela, no lo tires y dale una segunda vida. Pinta la sal marina con dos o tres colores (no más para que quede más elegante) y ves vertiéndola en el envase, mezclando las tonalidades a tu gusto, hasta que hayas llenado un 75 por ciento del envase aproximadamente. ¿Listo? Ahora, para coronarlo, ponle una vela pequeña en la parte superior. Ya tienes un portavelas precioso y hecho en casa.

2. ¿Y si creamos una maceta? El proceso es el mismo que el anterior. Es decir, pintar la sal marina con dos o tres colores e ir metiéndola en el envase mezclando los tonos según nos guste. Igual que en el caso anterior, llena aproximadamente el 75% del envase. Lo que vamos a cambiar es la decoración final. Primero, te proponemos añadir encima de la sal una capa de piedras pequeñas decorativas. Y luego, como golpe definitivo, añádele en la parte superior unos brotes u hojas artificiales, para dar un toque de verde y vegetación a tu hogar. ¿A que queda fantástico?

*La foto que acompaña a este post es de la web manualidadesparahacerencasa.com.