El papel de las salinas marinas en la protección del suelo y en la lucha contra la desertificación

La sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra por parte del ser humano, unido a las consecuencias cada vez más evidentes del cambio climático, han puesto en primer plano dos problemas de escala global: la desertificación y la sequía. En ese contexto, cada 17 de junio se celebra el Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía, una efeméride que tiene como objetivo concienciar a las instituciones y a la sociedad acerca de la importancia de adoptar iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos cada vez más preocupantes.

En este 2021 el Día Mundial se celebra bajo el lema ‘Restauración. Tierras. Recuperación: tierras saludables para una mejor reconstrucción’. Desde la ONU se argumenta al respecto que la restauración de las tierras degradadas tiene un impacto a muchos niveles para el planeta. Entre otros, por citar algunos, aumenta la resiliencia económica, ayuda a la creación de empleo, garantiza una mayor seguridad alimentaria, ayuda a recuperar la biodiversidad y disminuye los efectos del cambio climático.

En un momento en el que el lema del Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía apunta hacia la necesidad de la restauración y la recuperación de tierras, desde Salimar no sólo queremos apoyar la reivindicación, sino que queremos sumar otra: la necesidad de proteger espacios naturales como las salinas marinas e industrias como la salinera, que ayudan con su trabajo a la protección del suelo del litoral español y a la lucha contra la desertificación de los terrenos sobre los que están asentadas.

Tanto es así que el cese del trabajo salinero y el abandono de las salinas marinas conllevaría la ruptura del equilibrio necesario para el mantenimiento del ecosistema creado por éstas; ya que la desestabilización del régimen hídrico generado por el trabajo en las salineras marinas provocaría que lo que hoy es un precioso paraje natural, un lugar sin parangón por su belleza para los amantes de la fotografía y de la naturaleza, acabase, tras el estancamiento de las aguas, convertido en un erial desecado y sin vida.

Pero el trabajo salinero no es la única contribución de las empresas productoras de sal marina para la protección del suelo. La sola presencia de las salinas marinas, el mantenimiento de su actividad productiva, un ejemplo único en el mundo de simbiosis entre industria y naturaleza, ejerce también de elemento protector de la costa contra la especulación urbanística. Un muro de contención para el mantenimiento de la biodiversidad de un ecosistema rico y lleno de vida. Una garantía para la protección de los suelos del litoral español.