Día Internacional de la diversidad biológica: las salinas marinas somos parte de la solución

El 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una efeméride establecida por la ONU con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia que tiene la biodiversidad para el mantenimiento de la vida en la tierra, así como sobre el papel fundamental que tenemos los humanos en su preservación.

El concepto de diversidad biológica es relativamente reciente. Se empezó a utilizar a partir del año 1985 a raíz de la celebración en Estados Unidos del Foro Internacional sobre la Diversidad Biológica, que años más tarde dio lugar a la firma del Convenio sobre la Diversidad Biológica (1992), suscrito por 196 países. Con “diversidad biológica” se hace referencia a la diversidad de especies de microorganismos, plantas y animales que conviven en los distintos ecosistemas del mundo y que, según la propia ONU, “son los pilares que sustentan las civilizaciones”. Y es que, como aseguran desde la Organización de Naciones Unidas, la pérdida de esta diversidad supone una amenaza para la especie humana en todos los ámbitos, incluida nuestra salud: “a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, dependemos por completo de ecosistemas saludables y vibrantes si queremos disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio o energía”.

“Soy parte de la solución”

En este 2021, el Día Internacional de la Diversidad Biológica se celebra bajo el eslogan “Soy parte de la solución”, que desde Salimar creemos que nos viene como anillo al dedo. No en vano, las salinas marinas no sólo somos parte de la solución al problema de la diversidad biológica, sino que somos un ejemplo paradigmático de cómo la naturaleza y la industria pueden convivir y retroalimentarse en positivo para generar riqueza a todos los niveles, también a nivel de biodiversidad.

Tanto es así que nuestro producto, la sal marina, no sería posible sin la acción e interacción de distintos seres vivos, incluyendo los más pequeños microorganismos (Así lo explicamos el un post sobre el ciclo de la vida de las salinas).  Pero es que, además, el proceso de producción totalmente natural de la sal marina es, como decíamos, un ejemplo único de simbiosis entre naturaleza e industria, ya que ayuda a generar y preservar ecosistemas de gran biodiversidad y elevado valor ecológico en los que numerosas especies de aves, peces, plantas e invertebrados, entre otros, coexisten.

Es más, como explican desde la ONU, el concepto de diversidad ecológica no solo hace referencia a especies de animales y plantas, sino también a la variedad de ecosistemas que albergan a esas especies. En ese sentido, por último, nos gustaría subrayar que el trabajo salinero es un factor determinante para la conservación de los parques naturales del litoral español. Cabe recordar que las cinco salineras marinas que forman SALIMAR (Marítima de Sales, Infosa, Salinas d’Es Trenc, Salinera Española y Bras del Port) están ubicadas en preciosos parajes naturales (declarados todos ellos parques naturales o regionales) en los que la actividad salinera y los oficios tradicionales se han convertido en elementos fundamentales para la conservación y mantenimiento de la flora y la fauna que los habitan.

¡Las salinas marinas somos parte de la solución!