Deberías utilizar sal para el mantenimiento de tu lavavajillas (y puede que no lo estés haciendo)

Como hemos comentado ya en varias ocasiones en este blog, además de para su tradicional uso culinario la sal marina también tiene otros muchos usos como la conservación de alimentos. Sin ir más lejos, alrededor del 20% de las cerca de 720.000 toneladas de sal marina que producen cada año las cinco salineras que forman la Asociación de Salinas Marinas (Salimar) se dedica al deshielo de las carreteras. A ello se une el uso de la sal marina por parte de la industria alimentaria (conservas, salazones, etc.), de la industria cosmética (en, por ejemplo,  exfoliantes, champús y otros productos de belleza) o su importante utilización en sector del tratamiento de agua, con un 25% de la producción dedicada a ello, tanto para la desinfección del agua de las piscinas (electrolisis salina) como para la descalcificación del agua.

Precisamente con la descalcificación tiene mucho que ver la importancia de la utilización de sal para el correcto mantenimiento del lavavajillas. En el post que dedicamos en nuestro blog a la descalcificación, además de contaros cómo es el proceso y enumeraros los beneficios para los electrodomésticos (alarga su vida, mejora su eficiencia y permite ahorrar en detergentes), os explicamos que España es un país con muchas regiones en las que prima el agua dura o muy dura (más 120 miligramos de calcio y magnesio por litro).

En esas regiones instalar en los hogares sistemas de descalcificación del agua es una medida importante pero en la práctica no todos los hogares los tienen. Por eso adquiere más importancia si cabe el uso de sal para el mantenimiento de este electrodoméstico.

¿Por qué es importante la sal para el lavavajillas?

 Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la cal es el peor enemigo de tu lavavajillas, ya que puede incrustarse en su interior generando, en primera instancia, la aparición de manchas blancas en tu vajilla; y, más a largo plazo, disminuyendo su rendimiento e, incluso, llegando a estropearlo.

Por suerte, dentro de los lavavajillas hay un pequeño descalcificador que se encarga de “ablandar” el agua que usa para los lavados, es decir, reducir considerablemente su cantidad de calcio y magnesio usando sal marina (aquí te explicamos cómo la sal ayuda a eliminar la cal del agua).

Es importante llenar el depósito de sal del lavavajillas siguiendo las instrucciones del fabricante. La frecuencia de rellenado variará dependiendo de la dureza del agua y de la calidad de la sal marina empleada, y es que no todas las sales son válidas. Es necesario usar sales específicas para estos aparatos que se caracterizan por un grano grueso (si usáramos sal fina de mesa, la disolución de la sal sería tan rápida que obstruiría los conductos y se dispararía su gasto) y de elevada pureza (algunas sales llevan aditivos como antiapelmazante que pueden estropear la máquina).