Sal marina, un potente ingrediente para cuidar las manos secas

Cada 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Higiene de Manos, una efeméride impulsada por la OMS que tiene la finalidad de concienciar a la población acerca de la importancia de mantener una adecuada y correcta higiene de manos para prevenir enfermedades e infecciones transmisibles. En este mismo espacio ya hemos hablado de las propiedades de la sal marina para el cuidado de la piel, entre ellas su propiedad antiséptica. También de los usos de la sal marina para el bienestar y la salud. Y hoy, aprovechando el Día Mundial de la Higiene de manos, queremos ahondar en cómo la sal marina nos puede ayudar a cuidar nuestras manos, sobre todo si tenemos la piel de las manos seca.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la sal marina en contacto con el agua caliente ayuda a nuestro organismo a eliminar toxinas y, además, enriquece nuestra piel con sus minerales y oligoelementos a la vez que contribuye a incrementar la circulación de la sangre en toda la superficie de la piel, reduciendo la hinchazón e inflamación en el cuerpo. Por algo la sal marina es un ingrediente tan preciado por la industria cosmética, ya que a su riqueza en minerales y su función como exfoliante se une su efecto astringente (ideal para la eliminación del exceso de grasa facial) y su capacidad de regeneración, lo que posibilita lucir una piel humectada y suave.

Estas propiedades que acabamos de comentar ya podéis adivinar que explican en gran medida el título de nuestro post. Y es que las manos secas son un problema que afecta a mucha gente. En muchos casos, se trata de un exceso de sudoración. En otros, de problemas hereditarios y del tipo de piel. Pero, fundamentalmente, la causa más común de las manos resecas son nuestros hábitos diarios. ¿Y si os decimos que podemos combatir esta sequedad con sal marina?

Hacerlo es muy sencillo: basta con coger un puñado de sal y masajear con él las manos cuando acabes de salir de la ducha. ¿Por qué cuando acabas de salir de la ducha? Porque en ese momento tu piel está aún húmeda y es más fácil eliminar las células muertas que no permiten la hidratación de las capas profundas. Si cuando termines el masaje, te pones una crema hidratante, el efecto será aún mayor.

Otra alternativa con un poco más de trabajo pasa por mezclar sal marina, limón y aceite de oliva. En este caso, al poder exfoliante de la sal marina estaremos sumando el poder hidratante del aceite de oliva y el potencial antibacteriano del limón. Es como crear un superhéroe para beneficio de tus manos. Crear la mezcla es muy sencillo: basta con poner en un vaso el zumo de un limón, cinco cucharaditas de sal y una de aceite de oliva. Luego masajéate las manos con la mezcla y disfruta de la sensación y, por supuesto, del resultado: una piel de las manos más humectada y suave.