Beneficios de la sal marina para la piel

En un post reciente ya comentábamos los beneficios de los baños relajantes con sal marina para disminuir el estrés a la vez que ayudamos a la regeneración de nuestra piel. No en vano, como explicábamos, la sal marina en contacto con el agua caliente ayuda a nuestro organismo a eliminar toxinas y, además, enriquece nuestra piel con sus minerales y oligoelementos a la vez que contribuye a incrementar la circulación de la sangre en toda la superficie de la piel, reduciendo la hinchazón e inflamación en el cuerpo.

Por algo la sal marina es un ingrediente tan preciado por la industria cosmética, ya que a su riqueza en minerales y su función como exfoliante se une su efecto astringente (ideal para la eliminación del exceso de grasa facial) y su capacidad de regeneración, lo que posibilita lucir una piel humectada y suave

Propiedades terapéuticas y antisépticas

Pero los beneficios de la sal marina para la piel van mucho más allá. La prueba es que los baños en el agua salada del mar son recomendados durante el verano por muchos dermatólogos a las personas que padecen determinadas afecciones de la piel como los eczemas, el acné o la psoriasis. Esto se debe la unión de tres factores: el agua del mar, la humedad del ambiente marítimo y la exposición solar, ya que los rayos ultravioletas del sol tienen un efecto antiinflamatorio que, unido al poder del agua salada y de la humedad, contribuyen a mejorar la situación de la piel de estos pacientes.

Además, como no dudan en señalar los expertos, la sal marina también tiene propiedades antisépticas, por lo que su uso es recomendado habitualmente para el tratamiento de determinadas infecciones alrededor de los dedos o en las uñas o para pequeños cortes o rozaduras.

En estos casos, sin embargo, la recomendación pasa por el baño de la zona infectada en un recipiente con agua caliente y sal marina. Una alternativa infinitamente mejor para los dermatólogos que un baño en el mar. ¿Por qué? Porque el agua del mar no está libre de bacterias que pueden empeorar el pronóstico de las heridas que pretendemos tratar. El agua caliente del grifo a la que añadimos un poco de sal marina, por el contrario, garantiza un baño mucho más aséptico y seguro que, además, gracias a las propiedades regeneradoras de la sal marina, nos ayudará también a acelerar el proceso de cicatrización de las heridas.