En las Salinas Marinas celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra 365 días al año

El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una efeméride que forma parte de nuestro calendario desde el año 1970, cuando fue promovida por el político demócrata estadounidense Gaylord Nelson. Las acciones de activismo medioambiental organizadas por el senador en los últimos años de la década de los ‘60 movilizaron a centenares de universidades y miles de escuelas públicas norteamericanas y dieron lugar a la creación en EEUU de la Agencia de Protección Ambiental.

Desde su instauración oficial y su adopción por parte de la ONU en 1970, el Día Internacional de la Madre Tierra busca cada 22 de abril concienciar a la humanidad sobre los problemas generados en nuestro planeta por la superpoblación y la contaminación; así como trasladar a nivel mundial un mensaje claro sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales, como es el caso en la actualidad del cambio climático.

365 días Internacionales de la Madre Tierra

En las Salinas Marinas españolas podemos decir que celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra cada día del año. Así, al menos, lo sentimos nosotros en nuestro trabajo debido a la especial relación que mantiene éste con la naturaleza y el medio ambiente.

No en vano, la industria de la sal marina es un ejemplo paradigmático de economía sostenible y protectora del medio ambiente; y nuestras salinas marinas son, a su vez, un ejemplo único en el mundo de cómo una industria puede ayudar a generar y mantener ecosistemas que ayudan a la preservación de la biodiversidad y el equilibrio entre seres humanos, flora, fauna y economía.

Sin el trabajo que se realiza en las salineras situadas en el litoral español estos ecosistemas desaparecerían, porque sin ese trabajo no podría seguir funcionando el ciclo de la vida de las salinas, del que forman parte desde pequeños microorganismos extremófilos, hasta aves como el flamenco, la gaviota, el cormorán, la garza, el charracito o la cigüeñuela; pasando por plantas muy características como el limonium y los carrizales o especies acuáticas como el fartet, la dorada o el mújol.

Al final, el proceso de producción de la sal que se lleva a cabo en las salinas marítimas es tan sencillo como ecológico y sostenible. Sol y viento como principales fuentes energéticas y el agua del mar como materia prima. “¿Que hay más ecológico que la obtención de un producto alimentario mediante su transformación por los agentes metereológicos sin la generación de residuos contaminantes?”, se preguntaba recientemente en una entrevista Xisco de Ramon, gerente de las Salinas d’Es Trenc, uno de nuestros socios fundadores.

Y lo más importante de todo es que ese proceso ecológico y sostenible, como decíamos, es capaz de generar un ecosistema rico y maravilloso que, a su vez, retroalimenta con su existencia la producción de la sal marina. Una simbiosis perfecta entre industria y naturaleza, porque la una necesita de la otra para existir.

Suponemos que ahora entenderéis mejor por qué en las salinas marinas celebramos 365 días al año el Día Internacional de la Madre Tierra.