El sol, una fuente de energía básica para la producción de sal marina

Cada 21 de junio desde 2015, coincidiendo con el solsticio de verano en el hemisferio norte y con el día de más luz solar del año, se conmemora el Día Internacional del Sol, una efeméride que tiene como objetivo concienciar a la población de la importancia vital que tiene el sol para que la vida, tal y como la conocemos, sea posible en nuestro planeta.

Al fin y al cabo, si el Sol es tan importante es porque es la fuente de energía más grande para la Tierra y los seres vivos. Y de esa importancia somos muy conscientes en las salinas marinas, ya que nuestro trabajo, como la propia vida, no existiría sin la influencia del sol y sin el papel que éste juega, entre otros muchos aspectos, en la variación de las temperaturas, en la sucesión continua de las estaciones del año o en las mareas y en los fenómenos meteorológicos.

La producción de sal marina tiene una materia prima fundamental: el agua del mar. Pero para que esa materia prima dé lugar al producto final que cualquiera puede encontrar en los lineales de los supermercados hacen falta dos fuentes de energía básicas y totalmente naturales. Una de ellas es el viento, encargado de retirar el vapor de agua que se eleva sobre las lagunas. El otro es el Sol, que genera ese vapor de agua al calentar y facilitar la evaporación del agua del mar con la que se alimentan los circuitos de lagunas de gran extensión y poca profundidad que dan forma a los paisajes salineros situados en el litoral español.

Una fuente de energía 100% ecológica

El Día Internacional del Sol es una efeméride que también sirve a organizaciones ecologistas y medioambientales para reivindicar el Sol, en un contexto en el que cada vez es más evidente la huella del cambio climático, como fuente de energía limpia, ecológica y renovable. Sobre todo en países como España, donde pese a la gran exposición solar que tenemos, la explotación y el aprovechamiento de esta energía apenas se ha desarrollado todavía.

Desde Salimar también nos queremos sumar un año más a la reivindicación del Sol como fuente de energía que permite que la producción de sal marina sea un proceso 100% ecológico y sostenible. Al final, tanto la materia prima de nuestro oro blanco (el agua del mar) como la energía que utilizamos para su producción (sol y viento) son totalmente naturales. Un ejemplo más de esa simbiosis perfecta que se produce en las salineras marinas entre la producción de sal y la naturaleza.