Dos trucos de limpieza con Pomelo y sal marina: una potente y natural combinación higiénica

En posts anteriores de este blog ya hemos dado buena cuenta del potencial de la sal marina para la limpieza de electrodomésticos como el horno o la plancha, así como para recuperar el antiadherente desgastado de las sartenes. Hoy volvemos a la carga con estos usos menos conocidos de la sal marina, y más en concreto con la gran capacidad que tiene nuestro oro blanco para ayudar en las tareas de la limpieza como sustitutivo natural de los productos químicos que podemos encontrar en los lineales de los supermercados.

Y es que, ¿sabías que con dos ingredientes absolutamente naturales y cero contaminantes del entorno como la sal marina y el pomelo puedes recuperar el blanco radiante de tu bañera o de tu plato de ducha y eliminar esas manchas amarillentas que van saliendo en la superficie con el paso de los meses y que no hay forma de sacar?

¿Qué no te lo crees? Pues prueba el truco que te vamos a explicar a continuación. ¡Damos fe de que funciona!

Para este truco de limpieza, como decimos, sólo te hacen falta dos cosas: unos 150 gramos de sal marina gruesa y un pomelo. ¿Lo tienes? Pues ahora parte el pomelo por la mitad y cubre la parte interior de cada una de las dos mitades con sal marina gruesa. Con ellas, frota con energía en aquellos rincones de tu bañera o de tu plato de ducha que se hayan vuelto amarillentos. A continuación, enjuaga con agua caliente y… ¡Magia!

En el caso de las bañeras, que son más grandes, otra alternativa es echar directamente la sal marina gruesa sobre la superficie y luego frotar con las mitades del pomelo, como si la sal fuese un producto de limpieza y el pomelo un estropajo. A continuación, enjuaga con abundante agua caliente y ya tendrás una bañera desinfectada y reluciente sin necesidad de usar con productos químicos.

Eliminar los malos olores de camisetas

El anterior no es el único truco de magia que puedes hacer mezclando sal marina y pomelo. Y es que el poder de la mezcla de ambos productos también es capaz de ayudarnos en otras tareas de limpieza. Un ejemplo es el de esas camisetas que, por mucho y bien que se laven, siguen desprendiendo olor a sudor en la zona de las axilas. Hoy en día existen múltiples productos de limpieza desarrollados para ese fin, pero ¿Y si te decimos que puedes conseguir lo mismo con dos únicos ingredientes naturales? Es cierto que requiere más trabajo por nuestra parte que el simple gesto de echar un cacito de un producto, pero el beneficio para el medio ambiente bien merece el esfuerzo.

Si quieres probar este truco, sólo tienes que llenar un barreño con agua tibia. A continuación, coge la camiseta en cuestión, aplica sal en la zona de las axilas y frota con medio pomelo durante unos minutillos. ¿Ya lo tienes? Pues ahora deja en la camiseta en remojo durante una hora aproximadamente en el agua tibia con un pomelo abierto por la mitad y un puñadito de sal marina. Pasado este tiempo, ya puedes lavar la camiseta con el programa de lavado habitual. ¿Notas cómo ha desaparecido del todo ese desagradable olor a sudor?