28 Abr Sal marina para dar una segunda vida a tus sartenes
¿Hay algo más desesperante que estar haciendo una tortilla de patatas y que, al intentar girarla, gran parte de la tortilla se te quede pegada en el fondo de la sartén destrozando un trabajo hecho con mimo durante toda la tarde? Era una pregunta retórica. Hay pocas cosas más desesperantes y frustrantes, lo sabemos.
Pero tenemos una buena noticia para todos: se puede prevenir. O al menos, si nos ha ocurrido alguna vez, pasar a la acción (tras maldecir lo necesario) para que no nos vuelva a pasar. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Que además de dejaros las sartenes nuevamente listas para la batalla, la prevención es sencilla y barata: basta un puñado de sal marina. Sí, sí, habéis escuchado bien: basta un puñado de sal marina para recuperar a vuestras sartenes para la causa. ¿No os lo creéis? Os explicamos cómo lograrlo.
Cómo conseguir que tus sartenes no se peguen con sal marina
Antes de tirar a la basura una sartén porque se te pega la comida en ella, prueba la alternativa que te sugerimos a continuación, porque seguramente estás a tiempo de salvarla.
¿Qué necesitas?
-Sal marina
-Aceite vegetal (opcional).
¿Cómo lograrlo?
Os ofrecemos a continuación dos opciones para recuperar tus sartenes con sal marina, por eso entre los ingredientes hemos puesto el aceite de oliva como opcional:
- Sólo con sal marina: Pon la sartén sobre la vitrocerámica, cubre el fondo de sal marina (preferiblemente sal marina gorda) y calienta a fuego medio alto. Cuando la sal empiece a adquirir una tonalidad dorada, apaga el fuego, deja que se enfríe y retira entonces la sal con un trozo de papel de cocina. A continuación, friégala (siempre con esponja, nunca con estropajo) y ya la tendrás lista para hacer una nueva tortilla sin temer que se quede pegada.
- Con sal marina y aceite vegetal: Pon la sartén sobre la vitrocerámica y cubre el fondo con aceite el aceite vegetal que tengas por casa (girasol, oliva, etc.). A continuación, deposita sobre la sartén sal en abundancia hasta cubrir todo el aceite. Enciende el fuego a una potencia medio-alta y espera a que la sal empiece a salpicar y saltar para retirarla. Deja que se enfríe antes de retirar el aceite y la sal con un trozo de papel de cocina y a continuación friega la sartén con una esponja. ¡Todo el poder antiadherente de tu sartén recuperado como por arte de magia!
De todas formas, para evitar llegar a estos extremos y lograr que el antiadherente de tu sartén dure el máximo tiempo posible, tampoco está de más seguir estos sencillos consejos:
- Como ya hemos dicho, utiliza siempre esponja (no estropajo) para lavar tus sartenes.
- Espera a que la sartén se enfríe para lavarla, ya que el cambio brusco de temperatura la va deteriorando.
- No utilices utensilios de metal para remover la comida mientras la cocinas.
- No pongas la sartén al fuego sin haberle añadido antes un poco de aceite.
- Seca bien las sartenes antes de guardarlas y no las apiles sin poner al menos un protector entre sartén y sartén.