Salinas marinas: lugares donde el agua es vida

Cada 22 de marzo desde 1992, cuando fue proclamada por la ONU en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que tuvo lugar en Rio de Janeiro (Brasil), se celebra el Día Mundial del Agua, una efeméride que tiene dos grandes objetivos: Por un lado, crear conciencia en la sociedad de la importancia de cuidar el oro líquido que permite el desarrollo de la vida en nuestro planeta. Por otro, alzar la voz para dar a conocer la problemática a la que se enfrentan millones y millones de personas en el mundo al no tener acceso al suministro de agua potable, así como reivindicar la toma de medidas urgentes para que este bien preciado pueda llegar a todo el mundo.

En Salimar somos muy conscientes de la importancia del agua. Como no podía ser de otra forma, por otra parte. Sin agua, como decíamos, sería imposible la vida en la tierra. Sin el agua salada de los mares, directamente, nuestro trabajo no existiría. No en vano, el agua del mar, ese oro líquido del que hablábamos antes, es el ingrediente fundamental de otro oro, en este caso del oro blanco que producimos en las salinas marinas del litoral español.

A partir del agua del mar empieza todo. En nuestras salinas marinas, este agua se conduce por un un circuito de lagunas de gran extensión y poca profundidad, conectadas entre sí por compuertas. En ese momento, hay dos fuentes de energía básicas y totalmente naturales que empiezan a actuar: por un lado, el sol, que genera vapor de agua al calentar y facilitar la evaporación del agua del mar; por otro, el viento, encargado de retirar el vapor de agua que se eleva sobre las lagunas. ¿Se os ocurre un proceso de producción más sencillo, ecológico y sostenible?

El agua es vida

Como nos decía en una entrevista Antonio Guillem, portavoz de la Fundación sin ánimo de lucro Global Nature, que lleva casi dos décadas dedicada a la protección de la naturaleza en tres grandes áreas de trabajo (la conservación de hábitats y especies, la sostenibilidad del sector agroalimentario y la sostenibilidad corporativa), la ubicación de las salinas marinas en zonas protegidas da una idea de su importancia ecológica. “El agua es vida, y como todos los espacios que cuentan con láminas de agua, las salinas tienen potencial para ser ocupadas por diferentes especies de aves que encuentran en estos espacios zonas donde alimentarse o descansar”.

Cabe recordar que las cinco salineras marinas que forman SALIMAR (Marítima de Sales, Infosa, Salinas d’Es Trenc, Salinera Española y Bras del Port) están ubicadas en preciosos parajes naturales protegidos en los que la actividad salinera -que tiene su origen en el agua- y los oficios tradicionales se han convertido en factores determinantes para la conservación y mantenimiento de la flora y fauna que los habitan.

En ese sentido, cabe recordar una vez más la extraordinaria relación bidireccional que mantiene la industria salinera con la naturaleza. Y es que el proceso de producción de la sal marina, en el que, volvemos a insistir, el agua es el ingrediente principal, crea un ecosistema maravilloso que a su vez retroalimenta la producción salina, creando así una simbiosis perfecta entre industria y naturaleza, de forma que la una sin la otra no existiría.