Sal marina para ayudarte a proteger a tus plantas

En Salimar somos conscientes de que la sal marina, nuestro oro blanco, tiene una infinidad de usos. Pero igual que os pasará a cualquiera de vosotros y vosotras, de vez en cuando nosotros también nos vemos sorprendidos por nuevos usos de la sal marina que desconocíamos por completo. Hoy, precisamente, vamos a desarrollar uno de ellos: la utilización de la sal marina para proteger las plantas que tenemos en nuestros hogares y terrazas.

Este uso nos ha sorprendido especialmente porque, por regla general, la teoría dice que la sal es más bien un enemigo de las plantas, ya que compacta los suelos e impide la absorción del agua por parte de éstas y, por tanto, de los nutrientes necesarios para mantenerse con vida.

Sin embargo, como suele pasar, una cosa es la teoría y otra la práctica. Y es que la sal marina puede actuar como elemento protector de las plantas ante el ataque de hormigas, babosas, caracoles u otros insectos. Eso sí, es importante que utilicemos sal marina gorda, ya que esto evitará que el suelo la absorba y nos encontremos con los problemas citados en el primer párrafo.

Para proteger nuestras plantas con sal marina, basta con que depositemos un puñado de sal marina gorda alrededor de la planta, creando una especie de barrera propia de un castillo amurallado. Lo de “barrera” es literal, porque inmediatamente verás como las hormigas y cualquier otro insecto reptador renuncian por completo a adentrarse en la planta, como si se viesen incapaces de franquear esa muralla salina.

Lo mismo ocurrirá con babosas y caracoles por un aspecto muy concreto: como ya hemos comentado en muchas ocasiones, la sal marina tiene un gran potencial para absorber la humedad. Eso hace que muchas criaturas de piel suave y húmeda eviten a toda cosa la sal porque tiende a deshidratarlas.

Y vosotras y vosotros, ¿conocíais este truco?