Día Mundial de la Salud: sal marina, esencial para la vida

El próximo 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride que este año llega bajo el lema ‘Salud para todos’. En ese contexto, un año más, desde Salimar queremos sumarnos a esta celebración destacando los muchos beneficios que el consumo responsable de sal tiene para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Eso sí, siempre que este consumo se enmarque dentro de una dieta saludable, basada principalmente en alimentos vegetales, y que no supere las recomendaciones de instituciones sanitarias internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que nos aconseja un máximo de 5 gramos de sal al día (el equivalente a una cucharadita de café llena).

En ese sentido, cabe recordar que en países como España, donde según el Libro Blanco de la Nutrición de la Federación Española de Nutrición (FEN) cada persona consume de media casi 10 gramos diarios de sal, ese consumo de sal se produce mayoritariamente de lo que se conoce como “sal oculta”. Es decir, la sal que forma parte de los ingredientes de los productos elaborados que podemos adquirir en cualquier supermercado, de ahí la necesidad de desarrollar el hábito de leer las etiquetas para ser más conscientes de la sal que tomamos.

Sal marina, esencial para la vida

Partiendo de esa idea de moderación en el consumo, ya que nuestro cuerpo sólo necesita pequeñas cantidades de sal para funcionar de manera adecuada, desde Salimar no nos cansamos de repetir que la sal es un ingrediente indispensable para la vida. Y lo es por muchas razones. Entre ellas:

La sal marina es indispensable para la vida porque es un condimento alimentario formado por cloruro de sodio, un compuesto que nuestro organismo necesita para la transmisión de impulsos nerviosos y que permite la respuesta correcta de los músculos ante los estímulos.

Lo es porque el cloruro de sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales dentro y fuera de las células (homeostasis), y a controlar la cantidad de agua del cuerpo, manteniendo estable el PH de la sangre y garantizando la hidratación corporal.

Igualmente, la sal marina, por su accesibilidad (al final es un producto que está en cualquier despensa), es un vehículo idóneo para aportar a poblaciones vulnerables nutrientes esenciales como el yodo o el flúor.

Y lo es también porque, entre muchas otras cosas, la sal es necesaria para un correcto funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular. Y es que siempre se suele hacer referencia a los perjuicios que el abuso del consumo de sal puede tener para la salud cardiovascular de la población; pero no tanto a la importancia de su consumo moderado para garantizar esa misma salud a nivel cardiovascular. Son varios los estudios en ese sentido, publicados en revistas científicas de prestigio y de los que ya nos hemos hecho eco en alguna ocasión en este mismo espacio, que demuestran que un muy bajo consumo de sodio se correlaciona directamente con un mayor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y de hospitalización por insuficiencia cardíaca.