Día Mundial de la Nieve: así actúa la sal marina en las nevadas

Cada tercer domingo de enero se celebra el Día Mundial de la Nieve (World Snow Day), una efeméride que tiene el objetivo de promocionar los deportes blancos y el disfrute de la naturaleza. La nieve tiene esa cara luminosa, lúdica y gozosa, pero sin embargo también puede ser un quebradero de cabeza cuando cae de forma copiosa en ciudades no especialmente preparadas para recibirla, dejando a su paso esas características imágenes de caos, con ciudades completamente paralizadas, como pudimos ver hace no tanto tras el paso de Filomena en 2021.

A principios de este mes de enero, precisamente, un temporal de frío y nieve volvió a generar un sinfín de noticias que hablaban de cómo los pueblos y ciudades hacían acopio de sal y la repartían entre los vecinos ante el riesgo de nevadas. De hecho, cada año, alrededor del 20% de las cerca de 720.000 toneladas de sal marina que producen las cinco salineras que forman nuestra asociación, se dedica al deshielo de calles y carreteras.

Pero, ¿por qué se tira sal a las carreteras cuando nieva? Al contrario de lo que mucha gente sigue pensando, la sal no derrite el hielo. De hecho, si se esparce por calles y carreteras antes de nevadas y heladas no es para derretir esa nieve y ese hielo, sino para evitar la conversión de la nieve en placas de hielo en las calles y carreteras. Es decir, la sal no derrite el hielo, lo que hace es evitar su formación, reduciendo a su vez el riesgo de resbalones, caídas y accidentes de tráfico.

¿Y cómo consigue esto la sal marina?, os preguntaréis. La respuesta es algo científica, pero creemos que es fácilmente comprensible. A una presión atmosférica normal el agua se congela a 0ºC. Sin embargo, cuando disolvemos la sal marina en agua, ésta hace que la temperatura necesaria para congelar el agua descienda por debajo de los 0º. Dependiendo de la cantidad de sal disuelta por litro de agua, esa temperatura puede llegar hasta los -21ºC, lo que casi hace imposible la formación de hielo.

Por eso, y no por otra cosa, es habitual ver cómo se esparce sal por calles y carreteras cuando está previsto que nieve, justo antes de que se forme el hielo. Es en ese momento cuando la sal marina juega un papel fundamental para evitar heladas que puedan poner en peligro la integridad de las personas.

¿Y por qué sal marina y no otros productos? La explicación es sencilla: la sal marina es el producto más utilizado para evitar la formación de hielo en carreteras y calles por la facilidad que conlleva su almacenaje, manipulación, aplicación y suministro, así como por su eficacia y eficiencia (debido a la concentración de ClNa respecto a otras sales con mayores residuos). Además, la sal marina, por su bajo contenido en insolubles, aumenta su eficacia y eficiencia frente a otras sales, haciendo que su utilización evite la aparición de los típicos lodos que obturan el alcantarillado y facilitando la limpieza posterior de carreteras y calles.