Cuatro beneficios de cocinar a la sal

Puede que cocinar a la sal (marina, naturalmente) sea uno de los métodos de cocción más antiguos que existen. El hecho de que haya pervivido en el tiempo hasta nuestros días e, incluso, que hoy lo sigamos utilizando de forma recurrente -con las innovaciones, como los hornos eléctricos, que no tenían hace no tanto tiempo -no es frutos de la casualidad, sino consecuencia de sus muchos beneficios.

En este mismo blog, sin ir más lejos, ya os hemos explicado cómo preparar pescados a la sal y un buen lomo de cerdo a la sal. Pero hoy queremos hablaros de esos beneficios que comentábamos anteriormente. Concretamente de cuatro aspectos que explican por sí solos que una técnica de cocina milenaria siga tan vigente hoy en día.

Estos son, para nosotros, los cuatro grandes beneficios de cocinar a la sal:

  1. Platos jugosos y sabrosos: El primer beneficio lo experimenta el paladar. Los pescados y las carnes cocinadas a la sal se cuecen en su propio jugo, dentro del horno, por lo que adquieren una textura y un sabor inigualables. ¿El resultado? Unos platos escandalosamente jugosos y sabrosos que son un regalo para los paladares más exquisitos.
  2. El punto de sal justo: Qué difícil es dar a un plato el toque de sal marina justo para que éste no se te quede ni muy soso ni muy salado. Al contrario de lo que podría parecer, cocinando a la sal esta dificultad desaparece. Y decimos “al contrario de lo que podría parecer” porque entendemos que muchos piensen que, al cubrir todo un pescado o una carne de sal, ésta quedará necesariamente salada. Nada más lejos de la realidad: los alimentos sólo absorben la sal marina justa. Ni más, ni menos.
  3. Cocina saludable: Derivado del punto anterior llega el tercer beneficio. Como hemos comentado, los alimentos sólo absorben la sal marina justa. ¿Y qué pasa con el resto de la sal?, os preguntaréis. Pues el resto de la sal marina lo que hace es absorber todas las grasas del alimento, lo que da lugar a platos muy ligeros y sanos.
  4. Cocina para dummies: El último beneficio también explicaría en gran medida que la cocción a la sal haya pasado de generación en generación hasta llegar a nuestros días. Y es que no hay método de cocinado más sencillo que éste. Es más, parece hecho para la conocida colección de libros de aprendizaje “para Dummies”. Y es que cualquiera, hasta la persona más inepta ante unos fogones, puede encender el horno, poner una durada en una bandeja, cubrirla con sal marina especial para hornear y esperar 30 minutos a que esté lista ser devorada.

Y a ti, ¿por qué te gusta cocinar a la sal?