Receta de lomo de cerdo a la sal (marina, naturalmente)

Como ya vimos con el pescado (doradas y lubinas), cocinar a la sal es un método de cocción tremendamente sencillo y que a su vez ofrece unos resultados espectaculares con apenas un puñado de ingredientes y sin necesidad de tener conocimientos del mundo de la cocina. Gracias a la costra de sal marina los alimentos se cuecen en su propio jugo, dentro del horno, por lo que adquieren una textura inigualable. Y no resultan salados; al contrario, solo absorberán la sal marina justa. El resto de la sal marina absorbe todas las grasas, haciendo platos muy sanos.

Partiendo de esta base, hoy vamos a aplicar el método a la carne, concretamente al lomo. Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que el lomo a la sal es una receta típica de un manual de “cocina para dummies”, lo que, por otra parte, no resta valor ni calidad al plato que se obtiene. No en vano, estamos hablando de todo un clásico de la cocina que, además, destaca por su gran versatilidad, ya que se puede comer en frío (como fiambre, en trozos en la ensalada) o caliente. ¿Alguien da más por menos?

Ingredientes para preparar el lomo de cerdo a la sal

– Medio kilo de lomo de cerdo.

– 1 kilo de sal marina gruesa para hornear.

– Especias al gusto (tomillo, romero, pimienta negra, orégano…)

Como preparar el lomo de cerdo a la sal

Como decíamos al principio, preparar un lomo de cerdo a la sal no puede ser más sencillo. Estos son los pasos a seguir:

  1. Lo primero, fundamental mientras preparamos la carne, es poner el horno a precalentar, con calor por arriba y por abajo, a una temperatura aproximada de 200º.
  2. Mientras el horno alcanza la temperatura, formamos una capa con la sal marina gruesa para hornear en un recipiente apto para horno y que se ajuste lo mejor posible al tamaño del lomo.
  3. A continuación, depositamos el lomo de cerdo (ya limpio) sobre la cama de sal marina y le espolvoreamos las especias al gusto. Nosotros os recomendamos que el tomillo sea en ramitas y que repartáis estas ramitas por toda la superficie de la carne.
  4. Una vez especiado, toca cubrir el lomo con una capa de sal marina gruesa, haciendo presión para que ésta quede bien asentada y firme.
  5. ¿Listo? ¡Pues al horno! En aproximadamente una hora verás que la capa de sal se ha convertido en una costra dura y gruesa. No vayas a preocuparte: simplemente déjalo enfriar unos minutos, luego retírala la costra (es muy sencillo) y limpia los restos de sal que puedan quedar en la carne, sin llevarte por delante las especias.
  6. ¡Y ya tienes una carne blandita, sana y deliciosa lista para comer! Sírvela junto a una ensalada, unas verduras a la plancha o unas patatas fritas caseras y habrás triunfado. Y lo mejor, como os decíamos al principio, es que si os sobra carne no hay problema, porque lo podéis guardar en la nevera para volverlo a comer en los días siguientes: el lomo a la sal está igualmente delicioso en frío.