14 Jul Añade sal marina para conseguir un baño relajante y saludable
Vivimos en la era del estrés, de las prisas y de comida rápido… aspectos todos ellos que, de una u otra forma, acaban afectando a nuestra salud y, más en concreto, para los órganos de nuestro cuerpo que se encargan de depurarnos como el hígado, los riñones o la piel. Por ello, de vez en cuando está bien parar, bajarnos del tren de alta velocidad en el que vivimos y cuidarnos. Una buena terapia en ese sentido son los baños relajantes con sal marina, porque con ellos matamos dos pájaros de un tiro: disminuimos el estrés en nuestra vida y regeneramos nuestra piel.
Los beneficios del medio marino para la salud y el bienestar han sido ampliamente estudiados y explotados a lo largo de la historia. Sirva como ejemplo el desarrollo de la talasoterapia, basada en el uso de elementos marinos (agua de mar, algas, barro, etc.) como agentes terapéuticos. Tras su descubrimiento por parte del médico británico Richard Russel a mediados del siglo XVII, no ha dejado de usarse. Aunque los primeros usos fueron fundamentalmente medicinales, hoy en día su uso está muy extendido en el universo de los tratamientos de belleza y el ámbito del bienestar. No es casualidad que la industria cosmética se interese por la sal marina, un ingrediente habitual en todo tipo de productos indicados para el tratamiento de la piel y el cabello.
Un “lujo” al alcance de muchos
Aunque los tratamientos basados en la talasoterapia y algunos productos cosméticos no siempre son accesibles a todos los bolsillos, un baño relajante con sal marina en casa es un “lujo” ocasional al alcance de la mayoría de hogares. Basta con llenar la bañera a una temperatura agradable y echar en ella sal marina (para una bañera de tamaño estándar, entre 1 y 2 kg sería lo recomendable para imitar el entorno marino). Es importante insistir en usar “sal marina”, porque la sal originada en las salinas marinas, dada su concepción 100% natural, es más rica en minerales y oligoelementos beneficiosos para nuestro cuerpo y nuestra piel.
Beneficios de los baños con sal marina
Efecto detox: El agua caliente sobre nuestra piel abre los poros de nuestra piel y, con la alta proporción de sal marina que hay en el agua, nuestro cuerpo tiende a equilibrar las concentraciones en nuestro organismo con las del agua del baño (en un proceso conocido como “ósmosis”) que hace que eliminemos líquido sobrantes y, con él, toxinas e impurezas de nuestro cuerpo.
Piel más sana: Los baños en el mar o, en su defecto, en baños con sal marina, son recomendados habitualmente por dermatólogos para el tratamiento de determinadas enfermedades como los ezcemas, la psoriasis o el acné. Esto se debe al poder desinfectante y antiséptico de la sal marina, el cual contribuye a la curación de pequeñas heridas o rozaduras.
Un poco de relax: un baño en silencio con agua caliente ya es por sí mismo relajante, pero si además le añadimos sal marina esa sensación de relajación se incrementa gracias a las propiedades de los minerales naturalmente presentes en la sal marina y la temperatura del agua, una combinación que favorece la relajación muscular.