22 Sep Prepara tu masa para arepas con sal marina y disfruta de uno de los grandes manjares de las cocinas venezolana y colombiana
Que cada mes de septiembre desde 2013 se celebre el Día Mundial de la Arepa no es una casualidad, sino el ejemplo claro de la internacionalización y el éxito mundial de este plato que hunde sus raíces en la historia. Concretamente en la historia de los pueblos indígenas de Venezuela y Colombia. De hecho, el nombre de arepa proviene del concepto erepa (‘maíz’), utilizado por el pueblo cumanagoto, una etnia de la rama caribe que vivía en el centro y centro-oriente de Venezuela hasta la costa del mar Caribe en el momento en el que los europeos llegaron a Sudamérica.
Con este repaso al origen histórico y etimológico de la arepa ya podemos tener clara una cosa: que el maíz es su ingrediente principal. ¿Por qué?, os preguntaréis. La respuesta es que el maíz, precisamente, fue durante siglos la base de la alimentación de estos pueblos indígenas y, por tanto, la base de estas tortitas redondas, planas y gorditas preparadas para ser rellanadas al gusto del consumidor. Hoy, eso sí, el relleno lo vamos a dejar a vuestro gusto (¡le pega todo!). Nosotros nos vamos a centrar en explicaros cómo preparar las deliciosas arepas para que comáis como lo hacían ya los pueblos indígenas venezolanos y colombianos hace más de 2.500 años.
Ingredientes para preparar la masa de las arepas
-320 gramos de harina de maíz blanco precocida (En España la más fácil de encontrar es la comercializada por la marca venezolana P.A.N)
-625 ml. de agua.
-Una cucharada de postre de sal marina.
Cómo preparar las arepas
El proceso para preparar las arepas es muy sencillo y no lleva más de 30-40 minutos.
En primer lugar, ponemos la harina de maíz blanco precocida en un bol suficientemente amplio y le añadimos la sal marina. Mezclamos.
A continuación, formamos un hueco en el centro de la harina y vamos añadiendo poco a poco el agua, dejando que la harina la vaya absorbiendo. Procedemos entonces a amasar la mezcla, eliminando los grumos que se forman hasta conseguir que la harina absorba toda el agua. Una vez tengamos la masa formada (lo sabremos porque ya no se pegará a nuestras manos), tapamos con un paño de cocina y dejamos reposar durante 5-10 minutos.
Toca dividir la masa en bolas de aproximadamente el tamaño de un huevo grande (saldrán entre 10 o 12). Les damos forma de bola con nuestras manos y, a continuación, las aplastamos con las palmas para conseguir la forma de la arepa.
Ahora ha llegado el momento de cocinarlas: echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en la sartén y los extendemos con la ayuda de una brocha o de papel de cocina. Cuando el aceite esté caliente, bajamos a fuego medio y empezamos a cocinar las arepas. Lo recomendable es tener las arepas entre 5-7 minutos al fuego por cada lado, para que se doren sin quemarse. A poder ser, mejor si tapamos la sartén, ya que de esa forma se cocinarán mejor por dentro.
Cuando ya las tenemos echas por los dos lados, sacamos y las envolvemos en un paño de cocina para mantener mejor su calor. Os recomendamos servirlas calientes. Ahora sólo falta abrirlas por la mitad con un cuchillo y rellenarlas como más os guste. ¡A disfrutar!