#Naturalmentesalmarina, un hashtag para reivindicar nuestro oro blanco

Parece que hace siglos y que siempre ha estado en nuestras vidas, pero fue un 23 de agosto de un año muy próximo (2007) cuando vio la luz Twitter, la red social del pajarito que hoy suma más de 300 millones de usuarios activos en todo el mundo. En esa red social, sin que en principio hubiese ninguna función específica para ello, un usuario, Chris Messina, compartió un mensaje que incluía por vez primera una palabra precedida de un símbolo de almohadilla. #barcamp fue, concretamente, la palabra. Sin saberlo, acababa de inventar el hashtag, la famosa etiqueta que Twitter incluyó como funcionalidad dos años después y que desde entonces se ha ido incorporando a todas las redes sociales como una forma clasificar la información y facilitar la búsqueda de temas de interés o trending topics. 11 años después del afortunado invento, en 2018, fueron los propios propietarios de Twitter quienes promovieron la idea de que cada 23 de agosto se celebrase el Día Internacional del Hashtag.

Desde Salimar nos queremos unir a esta efeméride digital reivindicando el hashtag que hicimos nuestro desde el momento mismo de la fundación de la asociación: #Naturalmentesalmarina.

¿Por qué #naturalmentesalmarina?

Podríamos haber elegidos otros muchos hashtags, pero que finalmente nos decantásemos por #naturalmentesalmarina se debió a que consideramos que la etiqueta sintetiza en apenas tres palabras entrelazadas uno de los valores fundamentales de nuestro oro blanco respecto a otro tipo de sales: su vocación ecológica. Por lo natural del producto y porque la producción de sal marina es también generación de naturaleza.

Cabe recordar en primera instancia que la sal marina tiene un origen 100% natural: el agua del mar; y que su proceso de producción es 100% verde y sostenible, basado en la evaporación de agua del mar en lagunas de gran extensión y poca profundidad gracias a dos fuentes de energía: el sol y el viento. El primero, el sol, actúa como calentador del agua; mientras que el segundo, el viento, se encarga de retirar el vapor de agua que se eleva sobre las lagunas. Y ya está. Porque como no nos cansaremos de repetir, la sal marina, a diferencia de otros productos con los que se suele comparar erróneamente (el azúcar o la harina, por ejemplo) es un mineral que no sufre ningún proceso industrial ni transformador (más allá del secado -para quitar humedad-, la molturación -para obtener un tamaño de grano pequeño-, o el cribado -para separar diferentes tamaños de grano-). Lo que se produce y se recolecta de forma totalmente natural en las salinas marinas es exactamente lo mismo que el consumidor final degusta cuando utiliza la sal marina para potenciar el sabor de sus platos.

Por otro lado, como nos gusta recalcar en este espacio, las salinas marinas son en sí mismas generadoras de ecosistemas y biodiversidad. El proceso de producción de sal marina crea un ecosistema maravilloso que a su vez retroalimenta la producción salina, creando así una simbiosis perfecta entre industria y naturaleza, de forma que la una sin la otra no existiría. El trabajo salinero, contribuye por tanto a la preservación de la fauna y la flora autóctonas y es, por sí solo, una garantía de conservación de la biodiversidad y de preservación y enriquecimiento del medio ambiente. No hay que olvidar en este sentido, por cierto, que las cinco salineras marinas que forman SALIMAR (Marítima de Sales, Infosa, Salinas d’Es Trenc, Salinera Española y Bras del Port) están ubicadas en preciosos parajes protegidos por su condición de Parques Naturales.

Esperamos que os haya quedado claro el por qué de nuestro hashtag. Y ahora, ¿os sumáis a él?

Recordad, hay muchas sales, pero solo hay una que es #naturalmentesalmarina.