Las salinas marinas, un importante factor de conservación del suelo del litoral español

Cada 7 de julio desde 1963 se celebra el Día Internacional de la Conservación del Suelo. El día elegido para la efeméride no es casualidad, sino que coincide con la fecha de fallecimiento (tres años antes) del científico estadounidense Hugh Hammond Bennett (1881-1960), pionero en el campo de la conservación del suelo en los Estados Unidos de América, que dedicó toda su vida profesional a demostrar que el cuidado del suelo tiene una influencia directa en la capacidad productiva del mismo. “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”, afirmaba el experto.

Hoy en día la desertificación, el proceso de degradación ecológica por el que los suelos fértiles pierden total o parcialmente su capacidad productiva, es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta nuestra civilización. Esa desertificación tiene diferentes causas: desde el cambio climático y la ausencia de lluvias, hasta la deforestación por la tala indiscriminada de grandes zonas de bosque o de grandes extensiones de vegetación, pasando por el desequilibrio en el uso de los suelos o el mal uso de los equipos mecanizados.

Partiendo de esta realidad, desde Salimar queremos aprovechar esta efeméride para reivindicar la necesidad de proteger espacios naturales como las salinas marinas e industrias como la salinera, que ayudan con su trabajo a la protección del suelo del litoral español y a la lucha contra la desertificación de los terrenos sobre los que están asentadas.

Tanto es así que el cese del trabajo salinero y el abandono de las salinas marinas conllevaría la ruptura del equilibrio necesario para el mantenimiento del ecosistema creado por éstas; ya que la desestabilización del régimen hídrico generado por el trabajo en las salineras marinas provocaría que lo que hoy es un precioso paraje natural, un lugar sin parangón por su belleza para los amantes de la fotografía y de la naturaleza, acabase, tras el estancamiento de las aguas, convertido en un erial desecado y sin vida.

Pero el trabajo salinero no es la única contribución de las empresas productoras de sal marina para la protección del suelo. La sola presencia de las salinas marinas, el mantenimiento de su actividad productiva, un ejemplo único en el mundo de simbiosis entre industria y naturaleza, ejerce también de elemento protector de la costa contra la especulación urbanística. Un muro de contención para el mantenimiento de la biodiversidad de un ecosistema rico y lleno de vida. Una garantía para la protección de los suelos del litoral español.