Día Mundial del Autocuidado: Cuídate con un baño con sal marina

Cada 24 de julio se celebra el Día Internacional del Autocuidado, una iniciativa promovida por la Federación Mundial de la Industria de Autocuidado (WSMI) para incentivar nuestra salud física y mental, ese cuidarnos a nosotros mismos a través de estilos de vida saludables.

En Salimar no hemos querido dejar pasar la ocasión que nos presenta esta efeméride para poner en valor una práctica de autocuidado con la sal marina como protagonista. ¿Listos y listas para sacar partido a nuestro oro blanco para cuidarnos a nosotros mismos?

Sal marina para un baño relajante y saludable

Vivimos en la era del estrés, de las prisas, de la comida rápida… aspectos todos ellos que, de una u otra forma, acaban afectando a nuestra salud y, más en concreto, a los órganos de nuestro cuerpo que se encargan de depurarnos como el hígado, los riñones o la piel. Por ello, de vez en cuando está bien parar, bajarnos del tren de alta velocidad en el que vivimos y cuidarnos. Una buena terapia en ese sentido son los baños relajantes con sal marina, porque con ellos matamos dos pájaros de un tiro: disminuimos el estrés en nuestra vida y regeneramos nuestra piel.

Un baño relajante con sal marina en casa es un “lujo” ocasional al alcance de la mayoría de las personas. Realmente solo nos hace falta el tiempo para disfrutar de ese relax, porque la preparación no puede ser más sencilla: basta con llenar la bañera de agua a una temperatura agradable y echar en ella sal marina (para una bañera de tamaño estándar, entre 1 y 2 kg sería lo recomendable para imitar el entorno marino). Es importante insistir en usar “sal marina”, porque la sal originada en las salinas marinas, dada su concepción 100% natural, es más rica en minerales y oligoelementos beneficiosos para nuestro cuerpo y nuestra piel.

Estos baños con sal marina presentan múltiples beneficios para nuestro organismo y para nuestro bienestar. Entre ellos:

Efecto detox: El agua caliente sobre nuestra piel abre los poros de nuestra piel y, con la alta proporción de sal marina que hay en el agua, nuestro cuerpo tiende a equilibrar las concentraciones en nuestro organismo con las del agua del baño (en un proceso conocido como “ósmosis”) que hace que eliminemos líquidos sobrantes y, con él, toxinas e impurezas de nuestro cuerpo.

Piel más sana: Los baños en el mar o, en su defecto, en baños con sal marina, son recomendados habitualmente por dermatólogos para el tratamiento de determinadas enfermedades como los ezcemas, la psoriasis o el acné. Esto se debe al poder desinfectante y antiséptico de la sal marina, el cual contribuye a la curación de pequeñas heridas o rozaduras.

Y, por supuesto, un poco de relax: un baño en silencio con agua caliente ya es por sí mismo relajante, pero si además le añadimos sal marina esa sensación de relajación se incrementa gracias a las propiedades de los minerales naturalmente presentes en la sal marina y la temperatura del agua, una combinación que favorece la relajación muscular.