05 Ago Día internacional de la Cerveza: sal marina para enfriar en un abrir y cerrar de ojos tus cervezas
Desde 2007, cada primer viernes del mes de agosto se conmemora el Día Internacional de la Cerveza, una efeméride que rinde homenaje a una de las bebidas más antiguas de la humanidad. Nosotros, como no podía ser de otra forma, nos hemos querido sumar a la celebración barriendo para casa. Y es que, en pleno mes de agosto, en días de playa y barbacoas, en tiempo de disfrutar al aire libre tras más de un año de pandemia, creemos que os puede venir de maravilla conocer el potencial de la sal marina para acelerar el enfriado de cervezas (y refrescos).
Sí, sí, habéis escuchado bien. Quien más quien menos, en la playa o en una barbacoa en el campo, ha utilizado una clásica palangana grande para enfriar cervezas y refrescos cubriéndolos con cubitos de hielo. La idea es buena, pero el resultado, para qué nos vamos a engañar, es lento. Más de uno se habrá vuelto a casa sin poder probar la cerveza.
Nosotros os vamos a proponer dar una vuelta de tuerca a esta idea. Y os aseguramos que con ello vais a conseguir que vuestras cervezas estén frías y listas para consumir en apenas 15 minutos. ¿Y por dónde pasa esa vuelta de tuerca?, os preguntaréis. La respuesta es muy sencilla: por añadir sal marina y agua a la palangana. Es decir: ponemos en el fondo de la palangana las bebidas que queremos enfriar, añadimos a continuación agua hasta cubrir las latas y acabamos de rellenar el barreño con hielo. Por último, echamos una buena cantidad de sal marina por encima. Sencillo, ¿verdad?
Entendemos que muchos os estaréis cuestionando ahora qué cambia el hecho de añadir agua y sal marina al barreño. Es más, seguro que otros tantos estaréis convencidos de que el hielo por sí solo enfría más. Es del todo lógico pensar así, vaya eso por delante, pero la sal marina juega aquí un papel fundamental que acaba con toda lógica habida y por haber.
Concretamente, la presencia de la sal marina en el barreño desencadena un proceso que hace que se reduzca la temperatura a la que el agua y el hielo se mezclan, haciendo que los hielos se comiencen a derretir antes y, por tanto, reduciendo la temperatura del agua. Uno podría imaginar, equivocadamente, que la sal lo que hace es calentar el hielo para que éste se derrita de forma rápida. Sin embargo, lo que ocurre realmente es todo lo contrario. La sal provoca que el hielo se descomponga en el agua sin perder su temperatura. ¿Cómo es posible esto? Porque el agua se congela a 0ºC, pero el agua con sal necesita temperaturas bajo cero para congelarse. De esta forma, en apenas 10-15 minutos, tendremos a nuestras cervezas enfriándose a toda velocidad en una bañera de agua a 0ºC.
¡Disfrutad -con moderación- de vuestras cervezas y de vuestro verano!