Antonio Guillem: “A los mercados europeos ya no solo les sirve un producto ecológico si en su producción no se fomenta la biodiversidad”

La Fundación sin ánimo de lucro Global Nature lleva casi dos décadas dedicada a la protección de la naturaleza en tres grandes áreas de trabajo: la conservación de hábitats y especies, la sostenibilidad del sector agroalimentario y la sostenibilidad corporativa. Desde entonces ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales por su labor en la recuperación de humedales. En Salimar hemos querido conocer su trabajo, que consideramos tan unido al nuestro, para lo que hemos entrevistado a uno de sus portavoces, Antonio Guillem, que destaca que la ubicación geográfica de las salinas marinas españolas en zonas protegidas “ya nos da una idea de su importancia ecológica”.

¿Cuándo y por qué nace la Fundación Global Nature?

La restauración de zonas húmedas ha sido el principal hilo conductor en nuestra trayectoria. En 1993, recuperar la laguna de la Nava, una laguna que terminó su proceso de desecación en 1968 para destinarse a terrenos agrícolas, fue el origen de nuestra fundación. Desde entonces, y en las ya casi tres décadas de recorrido, Fundación Global Nature se ha consolidado como entidad de referencia en conservación y restauración de estos ecosistemas. Se han recuperado miles de hectáreas de humedales y hemos ampliado nuestra labor a proyectos como la custodia agraria o la lucha contra el cambio climático; y emprendido campañas que reflejan esta realidad en la que la naturaleza, da soporte a nuestra economía y nuestra salud. Nuestro trabajo ha sido reconocido por más de 20 premios en los últimos años, entre ellos el premio RAMSAR en 2018 al “uso sostenible de los humedales”.

¿Cuáles son sus objetivos como Fundación?

Queremos contribuir de forma significativa a la protección de los hábitats y de las especies que albergan, promoviendo políticas de sostenibilidad y estrategias de conservación que permitan crear valor para todos los sectores implicados. Actualmente hemos afianzado nuestro trabajo en humedales, con una inversión directa de más de 21 millones de euros en más de 2.500 hectáreas, pero sobre todo hemos querido reforzar nuestra presencia en medios agrarios perilagunares como las estepas que rodean lagunas o humedales y en los que ya trabaja la Fundación. Para los próximos diez años, Fundación Global Nature se ha marcado como objetivo la recuperación de 5.000 nuevas hectáreas de humedales y zonas agrícolas de su entorno, para que actúen como zonas de amortiguación ante una posible contaminación difusa o como zonas de producción de biodiversidad.

Su actividad como asociación se distribuye en tres grandes bloques, dos de los cuales (conservación de hábitats y especies y sostenibilidad del sector agroalimentario) coinciden también con los principios que rigen la actividad de Salimar. Están muy ligados ambos, ¿verdad?

Cierto, nuestros proyectos se agrupan bajo dos grandes líneas complementarias y fundamentales: la conservación de la naturaleza y el fomento de la sostenibilidad en medios agrarios. A los mercados europeos ya no solo les sirve un producto ecológico, sino que éste producto, además de ecológico, debe fomentar la biodiversidad. Es decir, que una producción intensiva, sin pesticidas, pero bajo un invernadero a modo de quirófano, no nos vale, es como pensar en la producción de sal en una salina cubierta para evitar la entrada de aves. Debemos potenciar la biodiversidad en aquel entorno en el que estemos desarrollando esta actividad agroalimentaria. En este sentido y con ciertas acciones en la actividad, asumimos el desafío de frenar la pérdida de biodiversidad y de combatir los efectos del cambio climático.

Las salinas marinas, en ese sentido, son un ejemplo paradigmático de simbiosis perfecta entre industria y naturaleza. ¿Cree que la sociedad conoce el impacto que tiene el trabajo salinero en la creación y conservación de espacios naturales de gran biodiversidad y valor ecológico?

No sé si la sociedad conoce o no el impacto. Para mí, a nivel personal, el hecho de que en España las principales salinas marinas se encuentran en Parques Naturales o sean zonas protegidas ya nos debería decir mucho. También el que muchas especies de fauna y flora o de hábitats prioritarios se encuentren alrededor de estos ecosistemas salinos indica la gran importancia en cuanto a biodiversidad de estos espacios.

Ustedes trabajan en la conservación y restauración de humedales. Las salinas marinas también tienen un papel esencial en ese sentido. De hecho, como comentaba, todas están ubicadas en humedales y parques naturales. ¿Qué aportan en su opinión las salinas marinas a estos espacios?

Como decía, la ubicación de las salinas marinas en zonas protegidas ya nos da una idea de su importancia ecológica. El agua es vida, y como todos los espacios que cuentan con láminas de agua, las salinas tienen potencial para ser ocupadas por diferentes especies de aves que encuentran en estos espacios zonas donde alimentarse o descansar. Como en cualquier otro ecosistema, en todo caso, lo importante son las acciones de gestión que se realicen. Como he dicho anteriormente, no se podría entender una salina marina sin aves, por lo que la gestión de estos espacios debe compatibilizar la producción de sal con las necesidades de la fauna que ocupa estos ecosistemas, tomando medidas para respetar, por ejemplo, las épocas de migración en las que las aves necesiten lugares donde descansar o las épocas de nidificación.